Recorriendo mi comuna

mi papá y sus caras

Ayer me las dí de fotógrafa. Sí, tal y como suena. Pero no fui sola, tuve la agradable compañía de mi papá :) Almorzamos y después nos dimos un "mini-tour" por nuestra comuna: Peñalolén. Comenzamos nuestro viajecillo por La Rosa, un pueblito de artesanías preciosas. Hay de todo: aros, tallados en madera, juegos infantiles, shows, entre otros. Un verdadero lugar de relajo, sobre todo entre tanto estrés santiaguino. Es una especie de mini Pueblito de Los Dominicos, pero mucho más rústico y acogedor. Allí sacamos unas cuantas fotos. Varias de ambientes, varias de fauna.  

Las flores me alegran la existencia :)

Luego de un buen rato, decidimos continuar con la segunda - y final - parte de nuestro pequeño tour peñalolino. Subimos por Antupirén, la calle de cemento se fue esfumando y los caminos de tierra se hacían notar. Llegamos a un sector rodeado de viveros, lugar donde se miraba habían. Entramos a unos cuantos. Le dije a mi papá que tenía un poco de lata porque aún no lograba realizar fotografías con profundidad de campo. Saqué una foto a una flor rosada... la milagrosa flor. ¿Por qué? Porque salió con profundidad de campo :) Desde ese momento, la felicidad me invadió... foto tras foto fui retratando las plantas, flores y árboles de estos maravillosos viveros. Aprovechando la visita, mi papá compró una flor amarilla preciosa. No recuerdo el nombre.

Tras esta compra, era la hora del regreso a casa. Fue un lindo día, sobre todo porque compartí con mi padre :D

Hoy lunes, la foto de aquella flor rosada que me dio una tremenda alegría es el fondo de pantalla de mi computador. Así, todos los días recordaré ese momento.